La fiesta cabaretera

El Festival Internacional de Cabaret es, sin exagerar, la pachanga cabaretera más sabrosa del planeta. Desde hace 22 años hemos llevado el teatro cabaret a todos lados: desde escenarios bien formales hasta plazas, calles, reclusorios, refugios, casas hogar… donde haya gente con ganas de reírse y cuestionarlo todo, ahí estamos. ¿Por qué? Porque el cabaret es pa’ todes y la risa también es resistencia.
Aquí no venimos a hacer cosas discretas, no señor, venimos sin miedo al éxito, porque si algo sabemos en este festival es que lo escénico también es escándalo, es gozo, es crítica con plumas, lentejuelas y carcajadas peligrosas.
Empezamos este festival en 2003, y desde entonces nos encanta llevar el cabaret a donde sea que se necesite un buen desmadrito reflexivo. Este año le caímos a Tijuana y Oaxaca, porque la misión es clara: hacer del mundo un cabaret. Y sí, sabemos que se oye ambicioso, pero ¿a poco el mundo no necesita más canciones insolentes, sátira política y brillos escénicos?
Y como aquí se piensa con el cuerpo pero también con la cabeza, tenemos nuestro Festi Académico, ese lugar bonito donde el cotorreo se vuelve conocimiento, con talleres, charlas, encuentros y mucho aprender en colectivo. Todo esto lo comparten artistxs rifadxs, que no sólo actúan, sino que también enseñan lo que saben para que el cabaret siga vivo, punzante y travieso.
Hoy, después de más de 20 años, el Festival Internacional de Cabaret se sostiene por una comunidad hermosa y escandalosamente diversa de artistas mexicanxs e internacionales que siguen defendiendo este espacio como lo que es: un refugio para la crítica, el humor, el gozo, la diversidad y el desmadre organizado.
Porque aquí no venimos a pedir permiso… venimos sin miedo al éxito.
Nuestro objetivo: ¿Cuál es el plan?
Seguir siendo ese punto de encuentro plural entre público y artistas de todas partes, donde cada quien trae su punto de vista, su propuesta, su locura…
Y juntos hacemos lo que más nos gusta: cabaret. Del bueno. Del que pica. Del que alegra. Del que incomoda. Del que salva.
La fiesta cabaretera

El Festival Internacional de Cabaret es, sin exagerar, la pachanga cabaretera más sabrosa del planeta. Desde hace 22 años hemos llevado el teatro cabaret a todos lados: desde escenarios bien formales hasta plazas, calles, reclusorios, refugios, casas hogar… donde haya gente con ganas de reírse y cuestionarlo todo, ahí estamos. ¿Por qué? Porque el cabaret es pa’ todes y la risa también es resistencia.
Aquí no venimos a hacer cosas discretas, no señor, venimos sin miedo al éxito, porque si algo sabemos en este festival es que lo escénico también es escándalo, es gozo, es crítica con plumas, lentejuelas y carcajadas peligrosas.
Empezamos este festival en 2003, y desde entonces nos encanta llevar el cabaret a donde sea que se necesite un buen desmadrito reflexivo. Este año le caímos a Tijuana y Oaxaca, porque la misión es clara: hacer del mundo un cabaret. Y sí, sabemos que se oye ambicioso, pero ¿a poco el mundo no necesita más canciones insolentes, sátira política y brillos escénicos?
Y como aquí se piensa con el cuerpo pero también con la cabeza, tenemos nuestro Festi Académico, ese lugar bonito donde el cotorreo se vuelve conocimiento, con talleres, charlas, encuentros y mucho aprender en colectivo. Todo esto lo comparten artistxs rifadxs, que no sólo actúan, sino que también enseñan lo que saben para que el cabaret siga vivo, punzante y travieso.
Hoy, después de más de 20 años, el Festival Internacional de Cabaret se sostiene por una comunidad hermosa y escandalosamente diversa de artistas mexicanxs e internacionales que siguen defendiendo este espacio como lo que es: un refugio para la crítica, el humor, el gozo, la diversidad y el desmadre organizado.
Porque aquí no venimos a pedir permiso… venimos sin miedo al éxito.
Nuestro objetivo: ¿Cuál es el plan?
Seguir siendo ese punto de encuentro plural entre público y artistas de todas partes, donde cada quien trae su punto de vista, su propuesta, su locura…
Y juntos hacemos lo que más nos gusta: cabaret. Del bueno. Del que pica. Del que alegra. Del que incomoda. Del que salva.